El puente y la calzada romana
A 15 minutos dando un paseo
Ruinas romanas y visigodas nos trasladan a tiempos remotos para revelarnos la herencia de quienes vivieron en estas tierras.
La Flor de Lis en San Berto
A 10 minutos por callejas
Se dicen que fueron los templarios los que le dieron a este enclave la categoría de población. En el interior de esta antigua ermita podemos distinguir todavía un fresco de la Flor de Lis.
El croar de las ranas en las charcas
A 5 minutos cruzando la plaza
Es el sonido predominante en las noches de primavera y verano. La diversidad de ecosistemas propicia la existencia de un rico mosaico de especies animales y vegetales.
La iglesia de Nuestra Señora de la Asunción
A 3 minutos bajando la calle
Su construcción data del siglo XVI; merece una visita el retablo de madera tallado por Juan de Santillana, de finales de dicho siglo.
Las encinas de la dehesa extremeña
A 5 minutos en cualquier dirección
Considerada uno de los hábitat de mayor equilibrio natural del planeta, se han catalogado más de 120 especies de aves en estas tierras.
Las antiguas chimeneas
A 3 minutos perdiéndose por el pueblo
Todavía se conservan chimeneas de arquitectura tradicional. Se caracterizan por su gran tamaño, con dos filas de aberturas, estando coronadas por un adorno en forma de pirámide.
qué ver
Hinojal
Hinojal se encuentra en el centro de la provincia de Cáceres, al norte de la capital, a medio camino entre Cáceres y Plasencia.
La formidable diversidad biológica de las dehesas, estepas, humedales y riberas que rodean al pueblo han motivado que esta zona se encuentre protegida bajo la denominación ZEPA (Zona Especial de Protección de Aves).
Un paseo por Hinojal y su periferia nos conducirá a rincones inesperados, desde viejos molinos de trigo a sus múltiples callejas delimitadas por cercados de piedra.
